Ricardo Salinas Pliego es un empresario del lucro, como muchos más. Su propósito es ganar dinero. No importa cuántos valores haya que practicar o pisotear para lograrlo.
Hace varios años, identificó un nicho de mercado en México, una oportunidad de un negocio que no existía. Siempre han habido varias marcas de motocicletas en México, originarias de varios países. Ricardo se dio cuenta de que varios empresarios mexicanos estaban importando motocicletas chinas de bajo precio, y estaban siendo adquiridas por personas de bajos ingresos para trabajar. Algunas de estas marcas evolucionaron, como Vento, que llegó a importar motocicletas muy bonitas a pesar de ser de bajo precio.
Para millones de mexicanos, comprar una motocicleta china era la única forma de tener una, ya que les era imposible pagar la más barata de las demás, que son originarias de Japón y otros países (Honda, Suzuki, Yamaha. Todas estas marcas tienen motos baratas, pero la más barata es mucho más cara que una china).
Ricardo también observó que muchos mexicanos utilizaban las motos chinas para trabajar en diversos oficios, y que muchos de ellos eran esenciales para la economía, es decir, oficios de los que depende el país, aunque quienes trabajan en ello ganan poco dinero.
Como ejemplo le diré, que los repartidores independientes no son novedad en México, la novedad son las empresas de renombre, pero los repartidores en moto han permitido por años el buen funcionamiento de muchas empresas productivas.
Ricardo también se dio cuenta de algo crucial, esto le hizo decidirse a fundar su marca de motocicletas: las motocicletas chinas eran basura.
Imagine usted por favor, tener un trabajo esencial que requiere atender a muchos clientes, ganar poco dinero, por lo que usted tiene que trabajar muy duro, y pasar muchísimo tiempo sin poder trabajar porque se le descompuso la herramienta principal de trabajo. Así que no puede usted trabajar. Esto es exactamente lo que pasaba con las motocicletas chinas.
Otras marcas, aunque contaban con refacciones, simplemente estaban construidas para fallar. Las motos te fallaban desde el día uno. Se te caía la llanta mientras andabas, o la moto no encendía. Al llevarla a reparar, te la entregaban funcionando bien… durante 6 horas o menos.
No exagero al decir que eran de verdad basura.
Aunque las Vento sí funcionaban mejor, cuando necesitaban mantenimiento no había las pieza necesarias, así que también pasaban a ser basura.
Ricardo dijo: voy a ver la forma de lanzar una marca barata que sea mejor que las demás.
Estas son las diferencias entre Italika y todas las demás motos:
#1 Hechas en México. Importa las partes de China y las arma aquí, generando empleos.
#2 Crucial, lo más importante: pruebas de calidad. Ricardo estableció un estándar de calidad, probando los motores y otras partes. Si no cumplen el estándar las partes no se compran. Esto significa que las motos Italika funcionan mejor que otras marcas chinas, como atestiguan miles de motociclistas en todo México. Si bien su desempeño es inferior a las japonesas y definitivamente tienen muchas fallas, están en un nivel muy por encima de otras marcas chinas. Esto permite a sus usuarios poder trabajar, y a las empresas que dependen de ellos, tener operaciones ágiles.
#3 También crucial: refacciones. Ricardo se asegura de contar con refacciones suficientes para el buen mantenimiento de la moto, y todas son baratas, excepto las de las nuevas motocicletas eléctricas.
#4 Estándares de atención en sus talleres. Hasta hace pocos años, esto estaba en proceso. Debo decirle que en cualquier taller mecánico de cualquier marca le pueden a usted ver la cara. Sin embargo, en términos generales, los talleres autorizados por Italika le darán un mejor servicio que cualquier taller de marcas chinas.
Esto hace que las motos puedan mantenerse y repararse bien, además de que, como dije, no están tan defectuosas, no se descomponen todo el tiempo como otras. Poniendo todos los elementos juntos, miles de mexicanos pueden usar estas motos baratas para trabajar, a pesar de que cuestan lo mismo que las chinas defectuosas.
Debido a que el trabajo de los emprendedores y empleados motociclistas ocurre en las calles, es muy posible que todo lo que dije haya pasado desapercibido para usted. Pero no lo dude: el trabajo de los motociclistas usuarios de motos Italika, es vital para el buen funcionamiento de la empresa donde usted trabaja, o de las empresas que le proveen a usted, o de las empresas que son clientes de usted, o de los empleados de gobierno que trabajan con usted, o de cualquier lugar a donde va usted, lo vea o no.
Y recalco: hablamos de multitud de trabajadores a quienes les sería imposible costear una moto japonesa, o trabajar con otra moto china, ya que trabajar con otra moto china equivale a no poder trabajar. Nadie gana el dinero suficiente para poner a trabajar esas motos inútiles.
Así que por favor por favor, si usted apoya a AMLO, México, a la 4T, a Morena, y para usted están primero los pobres, le invito a que a pesar del enojo que despertó Ricardo Salinas Pliego en todo México, no boicotee las motos Italika.
Y puede usted boicotear las demás empresas de Ricardo, quien en esta semana despertó la ira de todo México al transmitirse por TV Azteca un llamado a ignorar las indicaciones del doctor López-Gatell, subsecretario de salud, en medio de una pandemia mundial por el coronavirus COVID-19.
Estamos hablando del sustento de miles de familias humildes. Sé que usted no hará nada contra los pobres de México, como AMLO tampoco lo haría ya que son su prioridad. Confío en usted.
Reciba un saludo afectuoso.