Este texto está dirigido a creyentes y no creyentes.
Las fuentes de información de este texto son Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y la Biblia. Cualquier reclamo con ellos, gracias.
Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha elaborado obras de arte con diferentes propósitos buenos. Por ejemplo, los instructivos.
Si usted trabaja en una empresa, es posible que le capaciten con un manual con algún dibujo o imagen, que le mostrará cómo realizar algo.

Tambień existen obras de arte con propósitos de homenaje y honor.
Si queremos mucho a alguien, lo más normal es que cuando esa persona fallezca (o antes), hagamos una escultura para recordarle. Tal estatua es un recordatorio en parques, plazas, muros (relieve).

¿Qué padre, no? ¡Pues no!
Hay personajes que tienen el firme propósito de mejorar la vida de los demás. Han creado movimientos, libros, cursos, ocupado gobiernos, escuchado a los pobres y despojados, y han concluido en que el mundo necesita algo para estar mejor: no hacer esculturas de honor.
Existen 2 personajes con ese punto en común, muy famosos en México:
Dios y AMLO.
Ya sea que creamos o no en Dios, hay una profunda conexión entre los dos, ya que el segundo cree firmemente y es alumno del primero (alumno es una palabra que elegí para simplificar).

Veamos algunos dichos de Dios, según la Biblia.
Dice la Biblia:
“No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios”.
Es importante recalcar que este enunciado no habla sobre todo tipo de esculturas, sino de las construidas con propósitos religiosos para darles un trato como si fueran divinidades.
Hay esculturas muy bonitas pero ¿qué le vamos a hacer? Yo evito tratar de corregir la Biblia.
Otro párrafo más estricto. Que Dios no quiere esculturas DE NINGÚN TIPO.
¿Será que no sabe apreciar arte?
“No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”
Derriban la estatua de la reina Isabel II en Canadá, en medio de la indignación por el hallazgo de cientos de tumbas sin marcar de niños indígenas, en antiguos internados católicos. pic.twitter.com/F3OD3VuqUe
— Feliciano Valencia 🌽 (@FelicianoValen) July 2, 2021
Hace tiempo, un hombre reconocido en el partido político Morena adoptó postura similar. No, no hablo de AMLO. Hablo de uno de los instructores del instituto de capacitación de Morena, que en su primer videocurso, afirma que los monumentos son… ¡Una forma de dominación!
Le tengo una buena noticia. Puede escuchar al doctor Dussel diciendo esto en este video.
Lo más bueno es que no encuentro el momento exacto, por lo que tendrá que ver todo el video y poner atención ya que lo dice rápido.
Hace poco, otro hombre famoso hizo su posicionamiento.
Palabras de AMLO:
-“No quiero que se use mi nombre para nombrar ninguna calle, no quiero estatuas, no quiero que usen mi nombre para nombrar una escuela, un hospital, nada absolutamente“.
Disculpen porque ahorita no tengo tiempo de explicar por qué el hacer monumentos o esculturas de homenaje es una forma de opresión. Instruidos, adelante. Solamente les doy un adelanto: ni AMLO ni Dussel son ningunos improvisados. Saben lo que dicen. No está recurriendo AMLO, conocedor de los principios del Partido Morena, a la falsa humildad (“voy a decir que no quiero monumentos para que me quieran más y me hagan más”), no.
Hay un problema del capitalismo que llamo desperdicio de trabajo. Es un grave defecto de México. Significa que al invertir en un tema, necesariamente se deja de invertir en otro (es imposible estar en 2 lugares a la vez). Parte de este problema se ilustra en el video que les dejé, lo recomiendo muchísimo.
Si apoyamos a la Cuarta Transformación, no perdamos tiempo. Y para concluir, no hay mejor homenaje para este gran hombre que seguir su ejemplo.
No querer monumentos personales, sino el beneficio de los pobres. Su frase no es mercadotecnia, es una realidad social:
¡Por el bien de todos, primero los pobres!
Referencias: