Por qué la democracia es una dictadura de los ricos y esto es un hecho, no mi opinión

Mansión
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Comencemos con el ejemplo de Reino Unido. Solo vea por favor este video. 

La primera ministra de Reino Unido, básicamente, es parte de y trabaja con y para grupos de interés favorecedores del cambio climático (un fenómeno con el potencial de extinguir la civilización humana) y favorecedores de condiciones de gobierno que recompensen a los más ricos y castiguen a los pobres. Pero ella obviamente no llegó a esa posición prometiendo eso. Como han compartido varios medios de comunicación, como Manchester Evening News, en medio de una difícil situación post-Brexit y post-pandemia para Reino Unido, ella prometió una agenda que estimularía el crecimiento económico. Una vez que llegó al poder, su propuesta oficial detallada incluyó eliminar el último tabulador de impuestos a los más ricos y en recortar los gastos del gobierno. Como se menciona en el video, la agenda de los grupos a los que ella pertenece incluye también la privatización de la salud pública. Básicamente, su llegada al gobierno es un engaño.

Tras fuertes manifestaciones del pueblo de su país oponiéndose A este plan, publicaron comunidados indicando que darían vuelta en U porque habían escuchado. Y redujeron algunas de las medidas más impopulares, dejando el grueso de su plan, el cual era, básicamente, impopular del todo.

 

Así es como gobiernan los conservadores. Prometen una cosa y hacen otra. Pero de todas formas logran llegar al poder, y sus tentáculos actúan incluso cuando aparentemente no estén en el gobierno.

 

Veamos el ejemplo de México

Andrés Manuel López Obrador nos ha explicado que fuimos engañados, cuando gobiernos anteriores anunciaron que se acabaría el petróleo de México. ¿Recuerda usted eso? Yo incluso recuerdo la fecha: 2012 era el año en el que México se quedaría sin petróleo. Como puede usted ver, se trató de un engaño. Y este engaño fue el que ante los ojos de los que no tenían información privilegiada, permitió las reformas energéticas impulsadas por Enrique Peña Nieto, que eran una continuación de las de Felipe Calderón.

El resultado de estos engaños fue un desastre para el país. Básicamente, una pérdida mínima de $437 mil millones de pesos anuales para México, más otros gastos adicionales por cientos de miles de millones de pesos.

Pérdidas por las reformas energéticas anteriores
Pérdidas por las reformas energéticas anteriores

 

Este tipo de errores, léame bien, no fueron culpa de los votantes. Si creían que Enrique Peña Nieto tenía alternativas viables ante el inminente y desastroso fin del petróleo y decidieron votar por él, no es culpa de ellos. Y lamentablemente, son errores incosteables, que ocasionaron una grave crisis humanitaria en México que no ha sido explicada a fondo por ningún medio de comunicación.

 

Cuando alguien le engaña a usted, no es culpa de usted. Y esta es la gran flaqueza del sistema político mexicano y de la democracia.

 

Al poner la responsabilidad sobre el pueblo por los actos corruptos de los gobernantes que los engañaron, se les castiga durante todo un sexenio (u otro periodo de gobernador, alcalde o legislador) por una mala acción que estaba fuera de su control. Yo me enteré de estos graves daños apenas durante el sexenio de AMLO. Decidí votar por él sin estos datos, porque vaga y escasamente, “algo” me indicaba que el país se encontraba muy mal.

Como paréntesis cultural, debo contradecir a AMLO con mucho respeto y como podrá usted ver, tengo toda la razón. Nuestro presidente nos reconoce al pueblo de México por nuestra conciencia política, considerándola una de las mejores del mundo. No nos dejamos engañar, afirma. Aún así, ganaron los partidos de oposición a morena una buena cantidad de alcaldías de la Ciudad de México en 2021, algunas consideradas como bastiones de izquierda, como puede usted ver en este artículo de Forbes. Sí me alegro de que muchos mexicanos tienen una conciencia política como la que describe AMLO, pero lo que más necesitamos es el beneficio real de que los candidatos honestos son los que ganan elecciones y gobiernan honestamente. Y la Ciudad de México dio un paso hacia atrás en esto.

 

Veamos el ejemplo de Estados Unidos

El senador Bernie Sanders expresa su opinión de que la mayoría de la gente apoya al Partido Demócrata para lograr salarios decentes, derechos para los trabajadores, mejor educacion y salud (en el caso de Estados Unidos, se intenta reducir su costo). Pero a casi 2 años de comenzado el cuatrienio de Joe Biden, ¿por qué no han podido subir el salario mínimo ni lograr ninguno de los derechos para los trabajadores que han repetido, tales como pago de utilidades y vacaciones? Porque en algunas votaciones críticas, un par de legisladores del Partido Demócrata votaron en contra. Pero ojo: lo tuiteado por Bernie Sanders, a pesar de expresarlo en forma de opinión, es soportado por encuestas que indican que la gran mayoría de estadounidenses sí quiere estas cosas. Y obviamente las necesitan (además de convenir a México, en mi opinión).

Y solo un par de legisladores pueden impedir estos logros, porque a pesar de ser lo que la mayoría quiere, todos los legisladores del Partido Republicano están votando en contra. ¿Y cómo llegaron allí? Siguiendo la fórmula Calderón-Peña Nieto. Ofreciendo desarrollo, crecimiento económico, bienestar. Cuidando sus palabras para que no se note que votarían contra todas las iniciativas con las que se pretende lograr eso. Mientras el pueblo trabaja excesivamente y escucha música, porras, cantos y frases como “Hagamos a América grande de nuevo”, la intención real es sumirlos en la pobreza, porque llegaron a acuerdos no tan secretos con grandes empresas. Básicamente, son los millonarios los que están gobernando, y Joe Biden puede realizar un trabajo limitado, tanto como los ricos se lo permitan, y de vez en cuando en algún punto logrará algo moderado que escape del control de ellos.

 

Así funciona la democracia. Si los honestos damos un paso hacia adelante, los ricos ya dieron dos. Para cuando el pueblo cobra conciencia y votan por alguien realmente honesto, el país se encuentra ya sumido en una crisis demasiado profunda, de la que solo una serie de votos por candidatos honestos en el largo plazo podría más o menos sacarlo. Pero por ser tan efectivas las estrategias de engaño, esa serie de votos nunca se realizan. Ante los escasos logros reflejados en la vida cotidiana del pueblo, se impacientan y votan por quienes critican al honesto, prometiendo actuar mucho más rápido. Votan por quienes ofrecen actuar rápido, pero no les aclararon que su actuar sería contra el pueblo.

Y así, en forma de cadena, un periodo de gobierno tras otro es siempre controlado, limitado y dominado por los ricos. No importa quién gane. Las estrategias de engaño eventuamlente funcionan e impiden una cadena de gobernantes honestos consecutivos.

La solución a este problema es la eliminación total de los intereses ajenos al bienestar de todo el pueblo. Algo que únicamente se puede lograr con controles de confianza en forma inicial a candidatos, y en forma periódica cuando ya son gobernantes. Algo que forma parte de las #ReformasDeJusticiaYa que explico en este texto, y una de las cuales resumo en este video. Si usted tiene otra solución, le invito a hacerla pública. Lo necesitamos mucho. El problema es mundial, grave, requiere atención urgente y no está mejorando.

 

 

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