Es imposible que no se utilice el lamentable y fatal derrumbe ocurrido en la Línea 12 del Metro, para echar tierra a los dos jefes de gobierno en funciones cuando se construyó y cuando se derrumbó, es decir, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Podríamos hablar mucho de quien estuvo a cargo cuando ocurrió el sismo de 2017, Miguel Ángel Mancera, pero la realidad política y factual es que no se espera, exige ni observa con la misma severidad a los políticos de morena que a los emanados de otros partidos. Considero que el peritaje ordenado por Claudia Sheinbaum fue bastante claro y arroja información que bien puede escapar de la politización, y en ella me centraré.
#1 Sí, el puente elevado que se derrumbó tenía una falla de origen, cometida durante el sexenio de Marcelo Ebrard.
Unos pernos que requerían una instalación muy específica (no tan complicada, pero era vital seguir la instrucción), fueron instalados con un capuchón de cerámica con el que venían de fábrica. Estos capuchones debían ser retirados durante la instalación y el no hacerlo, permitió que con el paso de los años, la vibración causada por el paso del metro requebrajara la estructura del puente. Es importante aclarar que esta es la falla más sobresaliente pero no la única.
#2 Sí, durante el sexenio de Claudia Sheinbaum no se detectó esta falla (que no tenía relación con el sismo de 2017) u otras relacionadas, que pudieron ser causadas por el desgaste de esa falla de origen o por el sismo de 2017.
Entiendo la postura de Claudia de considerar el peritaje como tendencioso. Sin embargo, el hecho es que esa falla no se detectó, y podemos especular sobre las causas por las cuales no se detectó, pero el hecho no va a cambiar.
¿Es posible identificar a verdaderos responsables por los capuchones?
En México tenemos la costumbre de estallar contra los gobernantes, ya sea el presidente o el gobernador, esté o no dentro de sus funciones resolver un problema. Comencemos con Marcelo: él no fue el tomador de decisiones de conservar el capuchón de cerámica. Sería verdaderamente estúpido que los instaladores trataran de contactarlo sobre este asunto sin preguntar a sus supervisores directos. Lamentablemente este caso no es excepcional. Existe una amplia variedad de piezas de construcción y eléctricas que requieren seguir pasos muy específicos durante su instalación para prevenir graves peligros, y se venden sin instructivo alguno. Por lo tanto, las empresas instaladoras y sus supervisores, deben contar con manuales y capacitaciones aparte para conocer estas instrucciones. Es aquí donde, con todo y dificultades, se encuentra la verdadera responsabilidad. Este es el motivo por el que Grupo Carso, la empresa de Carlos Slim, aceptó tan rápido y fácil asumir el costo total de la reconstrucción del tramo derrumbado. Quien haya tomado la decisión de instalar los pernos con los capuchones, trabajaba para esa empresa.
No quiero que se inicie un linchamiento contra Slim ni su corporativo; lamentablemente, considero todo lo descrito como una falla sistemática de la industria en México. Una falla que cometen muchos ingenieros, arquitectos y electricistas porque simplemente no tenemos los recursos para garantizar que siempre estamos al tanto de las instrucciones de instalación de algún equipo. Este tipo de fallas pueden estar presentes en su casa u oficina.
No justifico de ninguna manera este fatal error, solo lo dimensiono tal como es. Aquí, para prevenir más accidentes, se necesita un estándar nacional de comunicación de instrucciones, cosa que no he visto en ningún lugar del mundo.
¿Es posible identificar a verdaderos responsables de falta de mantenimiento?
Como sucede con otros temas de este sexenio, tenemos que volver un poco al pasado, y a los capuchones. Esos capuchones estuvieron instalados durante todos estos años, pero no eran muy visibles a simple vista (se encontraban ocultos dentro del cemento). Se realizaron inspecciones, las cuales fueron entregadas a la empresa que realizó el peritaje. La empresa argumenta que no se realizaron inspecciones. Las haya habido o no, algo salió mal. Volvamos al pasado: este sexenio, con AMLO como presidente, debió comenzar como una continuidad de una cadena de gobiernos honestos, que llevaran a nuestra nación al desarrollo económico, industrial y a mejorías de calidad en el trabajo y el nivel de vida del ciudadano. Y sí pasó eso durante los sexenios anteriores al de AMLO… pero con Corea del Sur, no con México. Cuando comenzó este sexenio, el país se encontraba en una fuerte crisis económica, al punto de estar retrasado en una buena cantidad de sus gastos corrientes (no deudas, sino nóminas, proveedores y otros gastos en los que no es normal retrasarse). AMLO explicó en una conferencia mañanera que muchos gobernadores no tenían presupuesto para operar, que solamente les alcanzaba para la nómina (como ya dije, a algunos ni para eso).
No es posible esperar, bajo estas condiciones que han mejorado muy poco en los últimos años, que las inspecciones hayan detectado el desgaste, fallas, posibilidad de resquebrajamientos, con un presupuesto razonable.
¿Hubo un funcionario con el presupuesto suficiente y la capacidad de decidir que se empleen equipos detectores con rayos X (que no se usan en el mundo, como bien señala Claudia), o por lo menos, que se acercaran inspectores físicamente a supervisar de cerca puntos que se les escaparon? Respondo a esta pregunta con un comparativo del Puente Tampico, uno de los más grandes del país y que se encuentra en constante inspección y mantenimiento. El puente cuenta incluso con zonas ocultas de acceso para que los inspectores puedan pasar a la parte inferior con facilidad. Pero la verdad, es que no se pueden acercar a todos lados, específicamente son omitidas las patas del puente y las partes superiores de los tirantes de metal, a menos que se detecte desde abajo que los tirantes necesitan mantenimiento. No sería realista ni costeable recorrer varias veces todo el puente completo. El mundo ha basado gran parte de la vida normal en simplemente confiar en la resistencia del concreto. Y lamento decirle que la ONU, entre las advertencias sobre el ya iniciado desastre mundial por el cambio climático, ha avisado que la resistencia del concreto disminuirá considerablemente conforme aumenta el calor, ya que este viene con un aumento de humedad, como puede ver en este reporte.
Si bien no es posible evitar las emociones humanas ante este lamentable y doloroso incidente, creo que los dos punteros de morena son buenos funcionarios, ambos capaces de sacar adelante la transformación del país, la cual enfrentará nuevos problemas adicionales a la corrupción, debido al cambio climático. Debido a esto, no coincido con el uso grillero de este terrible suceso, específicamente me refiero al del señor que en Twitter utiliza el nombre Fer Coca, en contra de Claudia Sheinbaum. Los retos que enfrentará México durante el próximo sexenio no son los mismos del pasado, serán peores. Requeriremos una clara renuncia a la competencia con el propósito de “ganar”, o perderemos todos los mexicanos.
El cambio climático es en estos momentos el principal problema a nivel mundial, la principal amenaza a la vida humana, la economía y la salud. Está afectando todas las regiones del mundo. Y yo le pregunto: cuando el concreto en general, incluido el de los edificios de la Ciudad de México y de gran parte del país se vuelva menos resistente, ¿cree que en algo nos ayudarán los reportajes sobre el funcionario que gobernaba cuando se construyeron y cuando se repararon?
Estamos ante un nuevo panorama nacional y mundial, el cual debe ser atendido con una resolución y forma de hacer política nuevas, enfocadas más en los hechos que en las opiniones y más en la mejoría (obligatoria, en mi propuesta) de procesos que de murmuraciones contra otros políticos. De no hacer este cambio… bueno, le dejo con las palabras de Marcelo Ebrard:
El cambio climático es una amenaza para la supervivencia de la humanidad.